El turismo biocultural surge como una alternativa al ecoturismo tradicional, evitando su uso oportunista y promoviendo una verdadera sostenibilidad. Este enfoque reconoce la interdependencia entre la biodiversidad y las culturas locales, destacando el papel fundamental de las comunidades en la conservación y regeneración de los ecosistemas.
Más allá del «ecoturismo» convencional
El concepto de ecoturismo ha sido utilizado en ocasiones como una etiqueta cosmética para «maquillar» actividades que no necesariamente cumplen con principios de sostenibilidad. En contraste, el turismo biocultural integra el conocimiento ancestral, las prácticas regenerativas y la conservación activa de la biodiversidad, asegurando que las comunidades sean protagonistas en la gestión de sus territorios.
El papel de las comunidades locales
Las comunidades indígenas y rurales desempeñan un rol esencial en el turismo biocultural. Su conocimiento sobre el entorno natural, sus prácticas de conservación y su cosmovisión enriquecen la experiencia de los visitantes, permitiendo una conexión más profunda con el territorio. En Orito, Putumayo, muchas de las iniciativas de turismo sostenible incluyen en la oferta de servicios los criterios del turismo biocultural, garantizando con ello la sostenibilidad en forma integral.
Potencial del turismo biocultural en Orito
Orito, ubicado en la región andino-amazónica, posee una riqueza natural y cultural excepcional. Con más de 534 especies de aves registradas y ecosistemas estratégicos como ríos, humedales, bosques de llanura, pre montanos y montanos, el municipio se posiciona como un destino ideal para el turismo biocultural. Además, programas de formación en guianza turística han fortalecido la capacidad de la comunidad para recibir visitantes de manera sostenible.
Los municipios de la región andino-amazónica tienen una impronta especial para el turismo biocultural. Su diversidad biológica y cultural les permite ofrecer experiencias únicas que combinan el avistamiento de fauna, la exploración de paisajes naturales y la inmersión en tradiciones ancestrales. La integración de estos elementos convierte a estos territorios en modelos de turismo regenerativo y sostenible.
El turismo biocultural no solo representa una oportunidad económica para las comunidades locales, sino que también fortalece la conservación de la biodiversidad y el respeto por las culturas tradicionales. Su desarrollo en Orito y otros municipios andino-amazónicos puede posicionar a Colombia como un referente en turismo sostenible a nivel internacional.

